jueves, 5 de diciembre de 2013

Porque el plan de Amazon para usar drones no es factible... todavía.

Hay muchas razones por las que el servicio Prime Air de Amazon está muy lejos de ser realidad, y se ve complicado que dicho servicio realmente esté listo en el 2015. La idea de pequeños robots circulando el espacio aéreo suena a ciencia ficción, porque hasta la fecha, eso es. Antes de poner en marcha una innovación tan ambiciosa sin que se caiga estrepitosamente (como ya les sucedió a otros inventos en el pasado) se necesita despejar muchas variables en la ecuación y la tecnología actual aún no tiene las respuestas.

Para empezar, las máquinas no tienen inteligencia ni creatividad. Mucha gente cree que una computadora realmente posee inteligencia, y eso es una falacia. La máquina es tan lista como su programador lo decida, y nada más. Los robots y las computadoras sólo hacen cálculos en base a un conjunto de entradas y "deciden" en base al algoritmo de su programación, claro, pueden ejecutar esas decisiones en milésimas de segundo, y pueden leer simultáneamente un conjunto enorme de datos que llegan desde los sensores (una computadora si puede manejar y textear), pero no son capaces de decidir nada que no esté en el algoritmo.
Un ser humano no es tan rápido, pero posee memoria, experiencia previa, instinto, reflejos y creatividad. Estas habilidades son fundamentales cuando se trata de enfrentar un problema desconocido, como por ejemplo un desvio en una ruta, un problema con el vehículo o cualquier otra cosa que suceda de forma inesperada. Las máquinas son mejores haciendo lo que sea repetitivo, pero no igualan al humano en capacidad de improvisación. 


En otras palabras, para que un robot pueda completar una tarea se deben cubrir prácticamente todos los posibles inconvenientes que puedan surgir. Si lo trasladamos al problema actual, los ingenieros que desarrollen el sistema de entregas de Amazon deberían empezar primero con un area muy delimitada, donde se puedan abarcar todos los posibles inconvenientes de antemano. 

Además, Estados Unidos actualmente no permite el uso de UAVs en su espacio aéreo civil, salvo algunas excepciones en áreas rurales y poblados pequeños. Un vehículo debe estar supervisado por un humano todo el tiempo, y no desde un punto remoto, sino que la ley estadounidense indica que el operador debe tener a la vista al vehículo en todo momento. Por supuesto, la ley puede cambiar, pero para que esto ocurra, la tecnología debe estar desarrollada plenamente, y el control automático de vehículos aéreos todavía está en investigación. 

Por ejemplo, actualmente existe una serie de protocolos y reglas que los pilotos deben seguir en el espacio aéreo en Estados Unidos. Al divisar a otra aeronave, se deben tomar acciones evasivas y medidas de precaución para evitar colisiones. Aunque parezca sencillo que una máquina haga lo mismo, el algoritmo de programación debe ser muy explicito dependiendo de cada posible caso (UAVs en peligro de colisión) y no puede ser cosa de una empresa, sino una estandarización que sea seguida en, por lo menos, todo el país.

Amazon pretende acelerar estas cuestiones legales, aunque el gobierno de EU no pienza hacer nada hasta que la tecnología esté desarrollada, por lo cuál tendría que ser la empresa la que gestione ese desarrollo. Para ello deberá internarse en mundo del hardware, lo cuál no es sencillo. Otros gigantes del software han tratado de dar ese paso, pero primero tuvieron que experimentar con dispositivos más sencillos antes de apostar a lo grande a inventar, o finalizar una tecnología en desarrollo.

Por estos motivos, tener pequeños robots voladores no está tan cercano como los comerciales de Amazon nos quieren indicar. La verdad es que hasta el momento no es más que una estrategia de publicidad y de marketing, más allá de algo serio. A eso se le suma todas las quejas y críticas que el gobierno de EU enfrenta por espionaje, con lo cual pequeños vehículos armados de cámaras que captan todo, y a todos, tampoco suena muy agradable para muchos. 

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